jueves, 6 de marzo de 2008

Ver el lado positivo


Leo en Canal Solidario (http://www.canalsolidario.org/) una noticia que me conmueve: seis meses después del terremoto que asoló la región peruana de Chincha, al sur de Lima, las mujeres se han unido en grupos con el objetivo de cocinar para todas las familias afectadas. En esta zona, aunque están reconstruyendo sus viviendas con ayuda de una ong, muchas personas siguen todavía viviendo en carpas de plástico. Sin embargo, las mujeres han conseguido sacar algo positivo del terremoto y dicen que, aunque ahora trabajan más, el seísmo las ha unido y personas que antes prácticamente ni se hablaban, ahora participan de la vida en común, se conocen y se organizan todas juntas.
Es en estos momentos cuando el ser humano me maravilla. El ser humano, que puede hacerse grande grande, muy grande. El ser humano que tiene la capacidad de superarse a sí mismo, de dominar las circunstancias, de unirse frente a la adversidad. Y es que, realmente, ante cualquier eventualidad siempre tenemos la opción de elegir: la miramos en positivo o la miramos en negativo.
Contaba el gran Anthony de Mello que un día, el Maestro dijo a sus discípulos: “No estaréis preparados para ‘combatir’ el mal mientras no seáis capaces de ver el bien que produce”. Los discípulos estaban confusos y el Maestro les enseñó una oración hallada en el campo de concentración de Ravensburg que decía lo siguiente: “Acuérdate, Señor, no sólo de los hombres y mujeres de buena voluntad, sino también de los de mala voluntad. No recuerdes tan solo el sufrimiento que nos han causado; recuerda también los frutos que hemos dado gracias a ese sufrimiento: la camaradería, la lealtad, la humildad, el valor, la generosidad y la grandeza de ánimo que todo ello ha conseguido inspirar. Y cuando los llames a ellos a juicio, haz que todos esos frutos que hemos dado sirvan para su recompensa y su perdón”.

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