lunes, 15 de septiembre de 2014

El pensamiento

(Imagen de Kalle Gustafsson)


Todo empieza en el pensamiento. La tristeza, la alegría, el odio, el dolor, el amor incluso. Si te paras a analizar dónde surgió cualquiera de las emociones que te embargan, te das cuenta de que todo empezó con un pensamiento. La mente nos lleva de aquí para allá a través de las imágenes que van surgiendo en ella e, inconscientemente, nosotros les damos un espacio –grande o pequeño- para que se desarrollen.

Dicen los budistas que la mente es un caballo desbocado y que el reto del ser humano consiste en tomar las riendas y el control, en no permitir que sea ella quien gobierne nuestra vida. Para ello, es necesario llevar –en la medida de lo posible- un poco de conciencia a este proceso. Es decir, parar de vez en cuando y tratar de descubrir por qué sentimos lo que sentimos. Yo siempre tengo la imagen de estar estirando de un hilo para encontrar su origen. Estoy triste (cuando estoy alegre analizo menos…) y me paro a reflexionar sobre lo que pasa por mi cabeza, me doy cuenta de que un pensamiento me lleva a otro y, al final, descubro que todo empezó, por ejemplo, mirando un producto en el supermercado. Ese producto me recordó a algo que me hizo pensar en alguien que me dijo una cosa que me puso triste y, al ver ese producto –teóricamente inocuo- sin darme ni cuenta, sin saber por qué, volví a ponerme triste. Y es que este proceso mental es tan rápido que no lo advertimos siquiera. Aquí comparto un genial ejemplo, protagonizado por Groucho Marx, que muestra cómo un pensamiento descontrolado puede acabar llevando a un país entero a la guerra.



Creo que vale la pena reflexionar sobre el asunto porque, aunque el vídeo sea exagerado y en clave de humor, la realidad es que el odio o el amor no son más que nuestras reacciones ante un pensamiento que tenemos sobre algo o sobre alguien. “El sufrimiento es la reacción que tienes cuando sostienes un pensamiento estresante”, dice Byron Katie. La buena noticia es, pues, que cuando sientas dolor, odio, tristeza, puedes estirar del hilo, descubrir qué fue lo que causó dicha emoción y enfocar tu mente en algo más positivo, alegre y feliz. A no ser que lo que quieras sea mortificarte, claro…

8 comentarios:

  1. Lo bueno de todo proceso de dolor y pena es todo lo que llegas a aprender de ti mismo....y lo mucho que creces y conoces....Siempre todo tiene un porque, es cuestión de querer o no escucharlo y reconocerlo.... No siempre se puede estar bien....pero no pasa nada, es cuestión de darle la vuelta y aprender todo lo que puedas de ello, conocerte y darte mucho amor para aceptarlo, comprenderlo y aprender a vivir con ello, en paz y armonía contigo mismo.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo, anónimo. Pero también creo que si pones un poco de conciencia a todo el proceso e intentas descubrir dónde se originan las cosas, aprendes también mucho y, a veces, te das cuenta de que arrastras un sufrimiento antiguo que ya no tiene razón de ser. Hay una frase que se suele atribuir a Buda que dice "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional". En ocasiones, arrastramos el sufrimiento porque, de una forma u otra, "nos conviene" o nos hemos habituado a él. La cosa es poner conciencia (o intentarlo) para saber por qué haces cada cosa y, entonces, poder elegir si quieres seguir haciéndolo o no. Pero de forma consciente.
      Un abrazo.

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  2. Muy buena enseñanza y sin duda aquello que nos hace racionales nos puede hacer felices o infelices, ser capaz de controlar al caballo es un trabajo de cada dia. Gracias por tus palabras Elena y por el vídeo, que aunque puede ser exagerado en ocasiones se montan tormentas mayores en nuestras mentes. salud.

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    1. Gracias a ti, Leonor. Me alegra que te haya gustado. Es verdad que, a veces, organizamos unos tormentones en nuestras mentes que son de alivio…. Un abrazo.

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  3. Gracias por tus consejos, procurare seguirlos. Me encanta tu blog, lo que dices y como lo dices y comparto plenamente lo que dices. Gracias, un placer leerte!!!!

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    1. Muchas gracias, Anónimo, me hace mucha ilusión que te guste el blog y que disfrutes al leerlo!!!!
      Te mando un gran abrazo.

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  4. Muy buena reflexión para tener presente en cada momento del día. Difícil de poner en práctica...pero claro nadie dijo que las cosas fueran a ser fáciles, así es que a por ello. Gracias por estar ahí. Un abrazo muy grande.

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    1. Gracias a ti, Alborada. Me alegra que te haya gustado la reflexión. Muchos ánimos y adelante!!! ;-)

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